Nuestros pulmones y la respiraciòn

Los pulmones son los órganos en los cuales la sangre recibe oxígeno desde el aire y a su vez la sangre se desprende del dióxido de carbono el cual pasa al aire. Este intercambio, se produce mediante la difusión del oxígeno y el dióxido de carbono entre la sangre y los alvéolos que forman los pulmones. La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los alvéolos están en estrecho contacto con capilares.
En los alvéolos se produce el paso de oxígeno desde el aire a la sangre y el paso de dióxido de carbono desde la sangre al aire. Este paso se produce por la diferencia de presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono (difusión simple) entre la sangre y los alvéolos.
1:Tráquea 2:Arteria pulmonar 3:Vena pulmonar
4:Bronquiolo terminal 5:Alvéolos 6:Corte cardíaco
7:Bronquios terciarios o segmentados
8:Bronquios secundarios o lobales
9:Bronquio principal 10:Bifurcación traquial o carina
11:Laringe



Los pulmones son rosados y algo blandos, como una esponja. ¡El interior es lo realmente importante de los pulmones! Al final de la tráquea, hay dos grandes conductos llamados bronquios primarios. Uno se dirige hacia la izquierda y entra en el pulmón izquierdo, mientras que el otro se dirige hacia la derecha y entra al pulmón derecho. Cada bronquio primario se ramifica en otros conductos o bronquios, que van haciéndose cada vez más pequeños como si fueran las ramas de un gran árbol. Los conductos más pequeños se llaman bronquiolos y hay unos 30.000 en cada pulmón.

Cada bronquiolo tiene aproximadamente el mismo grosor que un cabello.

Al final de cada bronquiolo hay un área especial que lleva a unos grupos de sacos de aire muy pequeños llamados alvéolos. Hay unos 600 millones de alvéolos en tus pulmones y si los pusieras todos juntos, cubrirían una pista de tenis completa. ¡Son muchos alvéolos! Cada alvéolo está cubierto por una especie de malla de vasos sanguíneos muy pequeños, llamados capilares. Estos capilares son tan pequeños que las células sanguíneas necesitan ponerse en fila para poder atravesarlos. Cada vez que inhalas aire, docenas de partes del cuerpo trabajan para ayudar a obtener ese aire sin siquiera pensarlo.Al inspirar tu diafragma se contrae y se aplana.Al exhalar (espirar), todo se invierte. El diafragma se relaja y se mueve hacia arriba, expulsando el aire de los pulmones.
El ejercicio es bueno para todas las partes de tu cuerpo, y especialmente para tus pulmones y tu corazón. Cuando haces ejercicio enérgico (como por ejemplo montar en bicicleta, correr, o nadar) tus pulmones requieren más aire para proporcionar a tus células el oxígeno adicional que necesitan. Cuando respiras más profundamente y tomas aire, tus pulmones se hacen más fuertes y mejores en su tarea de proporcionar a tu organismo el aire necesario para funcionar bien.

SOMOS LO QUE COMEMOS, BEBEMOS, RESPIRAMOS Y PENSAMOS.
Pero ahora vamos a hablar de lo que respiramos.
Los principales gases presentes en el aire que respiramos son el nitrógeno y el oxígeno. Los dos gases minoritarios son el dióxido de carbono y el argón.
El nitrógeno constituye la porción más grande, alrededor del 78%, del aire que respiramos. Es un gas incoloro, inodoro e insípido. Las moléculas de nitrógeno consisten en dos átomos de nitrógeno unidos por un enlace fuerte. El nitrógeno es un gas inerte o que no reacciona con otras sustancias. No es inflamable y no participa en la combustión.
El oxígeno molecular está formado por dos átomos de oxígeno. Es un gas incoloro, inodoro e insípido y constituye alrededor del 21% del aire que respiramos. El oxígeno presente en el aire proviene de la fotosíntesis de las plantas. Las plantas verdes convierten el dióxido de carbono en oxígeno. 
El dióxido de carbono es un gas ligeramente ácido, incoloro e inodoro. La molécula de dióxido de carbono está compuesta por un átomo de carbono y dos átomos de oxígeno. El dióxido de carbono representa sólo acerca del 0,03% del volumen del aire que respiramos, pero es fundamental para la fotosíntesis de las plantas y para la respiración de los humanos, animales, y otras formas de vida. Las plantas transforman el dióxido de carbono en nutrientes como la glucosa, y liberan oxígeno al aire. Durante la respiración, los nutrientes y el oxígeno producen energía y dióxido de carbono.
La importancia que poseen las plantas para el hombre es indiscutible. Sin ellas no podríamos vivir, ya que las plantas delinearon la composición de los gases presentes en la atmósfera terrestre y en los ecosistemas, son la fuente primaria de alimento para los organismos. 
Las plantas, arbustos, árboles y hierbas, se caracterizan por ser organismos que absorben dióxido de carbono presente en la atmósfera (CO2) y, con ayuda de la luz del Sol, obtienen la energía necesaria para su crecimiento. Es la denominada fotosíntesis. Además, en este proceso de alimentación, las plantas liberan oxígeno a la atmósfera. 
En el hogar donde hay ambientes cerrados durante el invierno, es muy importante tener plantas de interiores que nos facilitan el oxìgeno, para mejorar el aire que respiramos mientras estamos dentro.


"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (3 Juan 2).

"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31).