El Estrès

Todos hemos oído hablar del estrés, e incluso muchos hemos mencionado alguna vez que estamos “estresados”, pero en definitiva ¿qué es el estrés?

El estrés puede definirse como un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones en el ámbito laboral o personal: exceso de trabajo, ansiedad, situaciones traumáticas que se hayan vivido, etc.



Existen varios tipos de estrés: normal, patológico, crónico, estrés post-traumático, estrés laboral, etc. A continuación se describen brevemente algunos de los principales tipos de estrés:
¿Qué es el estrés normal?

Las reacciones fisiológicas que se dan en nuestro organismo ante determinadas situaciones y que se definen como estrés en realidad son normales, en cierta medida. Un poco de estrés y ansiedad nos puede ayudar a afrontar y superar algunas situaciones difíciles.
¿Qué es el estrés patológico?

Cuando el estrés se presenta de modo intenso por periodos prolongados, es muy probable que cause problemas físicos y psicológicos, transformándose en un estrés crónico y nocivo que puede provocar crisis de llanto, depresión, y diversas afecciones físicas.
¿Qué es el estrés post-traumático?

El estrés post-traumático es aquel que se presenta después de que una persona ha vivido algún tipo de suceso aterrador, como puede ser un accidente de tráfico o un desastre natural. A consecuencia de estos traumas, la persona tiene pensamientos aterradores con frecuencia, relacionados con la situación que vivió. Este tipo de estrés puede aparecer en personas de todas las edades, pero los niños son particularmente propensos a sufrirlo.
¿Qué es el estrés laboral?

Se le llama estrés laboral a un conjunto de reacciones nocivas, emocionales y físicas, que se producen cuando las exigencias en el ámbito laboral superan los recursos, las capacidades y/o las necesidades del trabajador. Según un estudio llevado a cabo por la OMS, el 28% de los trabajadores europeos sufre estrés laboral, y el 20% padece el síndrome llamado “burnout”.
Si crees que el estrés es el responsable de tus problemas de salud, debes consultar a tu médico de confianza.
¿Còmo mejorar ese estado tan perjudicial?
Siempre que sea posible debemos alejarnos de todo aquello que nos provoca estrés. Asi por ejemplo, si se presenta un problema en el trabajo o en el hogar, podemos salir a caminar a un parque o sentarnos en algún lugar soleado, tomarnos una pausa y alejarnos un tiempo no solo físicamente sino mentalmente.
Existe aquel estrés que al permanecer en niveles aceptables, nos impulsa a responder a los requerimientos y exigencias del entorno lo cual proporciona entusiasmo por la vida, libera nuestra creatividad y estimula el aprovechamiento de nuestros recursos.  Este estrés recibe el nombre de positivo o eustress.
Sin embargo, cuando la tensión excede o sobrepasa, con creces, las habilidades y capacidades para dar respuestas al medio ambiente, se convierte en estrés negativo o distress.  En ese caso, es un riesgo para la salud.
Los signos más inmediatos de estrés negativo son:
Fatiga, llanto y depresión-Dificultades para conciliar el sueño-Irritabilidad Inclusive puede provocar reacciones físicas en el cuerpo como:
Granitos, Manchas en la piel, Sudoración, Caspa, Caída del cabello, Problemas gastrointestinales (úlcera, dolor de estómago, gastritis, diarrea, etc.)
El estrés negativo puede ocasionar, también, dolores de cabeza,  migraña, palpitaciones, asma y hasta presión alta.
Remedios naturales:
1.Tomar té de valeriana, de tila o de flor de azahar
2.Infusiones de melissa son calmantes naturales
3.Preparar un jugo de un banano, media pera, cinco fresas y una cucharada de levadura de cerveza. Para prepararlo, se debe pelar las frutas, picarlas y ponerlas en una licuadora.  Se añade luego la cucharada de levadura de cerveza.
4.Tomar una infusión de las hojas y flores de lavanda antes de cada comida. Son suficientes un par de cucharaditas de lavanda por cada taza.
5.Preparar un placentero baño caliente.  Para ello, se debe añadir al agua del baño una infusión fría de manzanilla.  Cuando se sumerja en él, sentirá cómo se desvanece el estrés al tiempo que su piel se perfuma deliciosamente.
6.Verter en una taza de agua hervida una cucharada de hojas trituradas de kaki o palosanto, un pedacito de jengibre y una cucharadita de miel.  Tomar especialmente antes de dormir.
Otras maneras de reducirlo son:

7.Las infusiones de te de tilo. Puedes tomar tres tazas de tila al día o recurrir también al delicioso té de jazmín conocido entre los orientales por sus propiedades para calmar y eliminar el mal humor. El azahar es también efectivo

8.El chocolate negro mejora nuestro humor pues ayuda a liberar endorfinas, lo que a su vez disminuye la depresión y además de todo es bueno para el corazón y claro también para el estrés ayudando a reducir la presión arterial y disminuyendo los niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés
9.El omega 3 es un gran aliado para reducir la presencia de la hormona del estrés en nuestro cuerpo y combatir también la depresión. Una de las mejores fuentes para conseguirlo son los frutos secos y pescados del tipo azul: sardinas, truchas, salmón, atún, arenques entre otros, súmalos a tu dieta en especial cuando sabes que enfrentarás días de mucha tensión
10.La época de cerezas hace que sus fanáticos las consuman con enorme alegría sin saber que este fruto rojo favorece el sistema nervioso y alivia los efectos del estrés sobre nuestro cuerpo, sin duda una buena noticia para quienes adoran su sabor

11.Y si necesitas algo que te calme un poco más apela a la aromaterapia. Las esencias de lavanda y limón son grandes relajantes naturales ten siempre a mano un frasco con ellas y cuando te sientas muy estresado huélelas por un minuto y notarás la diferencia.
La mùsica suave y la oraciòn tambien ayudan,
aprovechando estos momentos para relajarnos.
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (3 Juan 2).

"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31).