El sistema nervioso y el azùcar

 El azúcar afecta al sistema nervioso
Las enfermedades del sistema nervioso afectan a muchas personas en la actualidad. El consumo de azúcar está íntimamente relacionado con ello. Cuando una persona padece depresión, ataque de pánico o algún tipo de psicosis, puede comprobarse, en general, que su dieta consta de una gran cantidad de azúcar refinado.


Un cambio de alimentación, prescindiendo de alimentos que pueden ser nocivos para la salud, genera cambios en el comportamiento psicológico y muchas veces ayuda en la resolución del conflicto tanto psíquico como físico.
La abstinencia de azúcar blanca refinada y el agregado de alimentos que contienen carbohidratos de otra calidad, modifica la química interna, ayudando a mejorar la condición emocional, anímica.


Son 4 las enfermedades mentales que pueden ser también consecuencia de un consumo excesivo de azúcar.

1.       Depresión. De acuerdo con el investigador en psiquiatría Malcom Peer existe una relación entre la dieta y las enfermedades mentales. El azúcar inhibe la actividad de BDNF, una hormona que es baja en personas que son diagnosticadas con depresión o esquizofrenia.

2.       Adicción. Estudios de la Universidad de Cambridge indican que los alimentos ricos en azúcar activan los mismos centros de recompensa que se activan durante el consumo de drogas como la cocaína.

3.       Esquizofrenia. Un estudio publicado en British Journal of Psychiatry encontró conexión permanente entre la ingesta de azúcares refinados y el tratamiento de esquizofrenia ya que suprime el factor neurotrófico relacionado con el cerebro y la hormona del crecimiento que mantiene estable la salud neuronal.

4.       Demencia. De acuerdo con un estudio que duró 7 años, investigadores de la Universidad de Washington encontraron que un elevado nivel de azúcar en la sangre, por ejemplo de pacientes con diabetes incrementa el riesgo de padecer demencia.  
 Suele ocurrir que los síntomas de ansiedad o perturbación emocional estén íntimamente relacionados con un desequilibrio de la glucosa en sangre, debido, justamente, al consumo de sacarosa o azúcar refinada.

Cuando se habla de necesidad de azúcar en el torrente sanguíneo se refiere esto a la necesidad de glucosa sanguínea.
La glucosa es un azúcar que se encuentra generalmente con otros azúcares en frutas y verduras. Es un material clave en el metabolismo de todas las plantas y animales. Muchos de nuestros alimentos principales se convierten en glucosa en nuestros cuerpos. La glucosa está siempre presente en nuestro flujo sanguíneo y a menudo se la llama azúcar sanguínea y de ella se alimentan las células del organismo.
El azúcar de las frutas se llama fructuosa, el de la malta, se denomina maltosa, el azúcar de la leche se llama lactosa, y el azúcar refinada de caña o de remolacha, se llama sacarosa.
La glucosa ha sido siempre un elemento esencial en la sangre humana.
La dependencia de la sacarosa es algo nuevo en la historia del ser humano. Cuando se dice que es importante el azúcar como componente esencial del cuerpo humano y la importancia que tiene éste como fuente de energía y su metabolización para producir calor, se está hablando de la glucosa, que nuestro propio cuerpo fabrica.

Los médicos y nutricionistas no hablan comúnmente acerca de la alteración emocional que es generada por el descenso de la glucosa en sangre.
Pero hay investigaciones que demuestran cómo el dejar el azúcar blanco y todas sus preparaciones, ayuda en el sentido de equilibrar la condición psicológica de la persona.

 
Fuente Internet
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma" (3 Juan 2).

"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31).